Biografía de master chief
El Jefe Maestro (Spartan-117) tiene una gran reputación y ha sido condecorado, en diversas ocasiones (faltándole solo la condecoración de prisionero de guerra) por las UNSC. Por su físico se puede intuir su manera de ser y de comportarse fuera del campo de batalla. Además es repudiado y temido por el Covenant (le llaman: «demonio»).
En batalla, posee una fuerza sobrehumana, capacidad de razonamiento y agilidad mental rápida. Un humano normal emplea mucho tiempo en usar un rifle de precisión correctamente, mientras que el Jefe Maestro es capaz de usar todas las armas y vehículos de combate, ya sean de aliados o enemigos, sin problema alguno. Sus habilidades van más allá de lo humano gracias a modificaciones genéticas y a la armadura que lleva consigo, la MJOLNIR Mark VI que, por si fuera poco, le añade aún más fuerza.
El Jefe Maestro tiene carácter de héroe frío y aterrador. Cuando aparece en batalla, sus enemigos advierten que será casi imposible ganar. Él nunca habla a menos que sea necesario y es raro que se exprese. Usualmente Cortana se expresa por él. Las pocas veces que ha hablado tiene una voz ronca, siniestra y con poca vida. Lleva el chip de Cortana en la parte trasera de su casco, lo que le permite escuchar sus consejos y pedirle informes, etc.
Dentro de su persona el cuenta con trajes especiales o blindaje de combate. En Halo cuenta con una armadura MJOLNIR Mark V y en Halo 2 cuenta con una armadura MJOLNIR Mark VI altamente actualizada, más resistente al combate y con nuevas mejoras. Los trajes cuentan con una fuente de alimentación especial para proveer de energía al escudo del traje, energía para el HUD interno, luz y reserva de oxígeno para el espacio. La tecnología del "escudo de energía" fue posible desde el momento en que los científicos humanos empezaron a experimentar con tecnología Covenant.
La causa por la que SPARTAN-117 no hable tal vez sea por la situación que se deja entrever en la novela Halo: The Flood cuando un superior le dice a SPARTAN-117 que todo el mundo piensa que él y sus compañeros Spartan son un grupo de locos, producto de un experimento fallido. Causándole un fuerte impacto, decidió que desde ese momento preferiría no entablar conversación alguna a no ser que fuera absolutamente necesario, aunque por ahora es muy estimado por la UNSC.
Ha llegado a entablar una fuerte amistad con el Sargento Avery Johnson uno de los pocos sobrevivientes a la destrucción de Halo y el cual es el único humano que lo ha apoyado siempre en misiones suicidas, prueba de su amistad es cuando en la novela Halo: First Strike en la cual SPARTAN-117 destruye el chip que contenía información de los Flood y que explicaba como Johnson sobrevivió a ellos, sabiendo que esto significaba que la Sección 3 (Archivos y Experimentos Secretos de la ONI) iba a asesinar a Johnson para comprender mejor a los Flood. SPARTAN-117 al darse cuenta, decide salvarle la vida, desobedeciendo una orden directa del Comando General, sin embargo lo hace por la lealtad y amistad de Johnson, que siempre le había ayudado.
El Jefe Maestro nació el 7 de marzo del año 2511 y pasó la primera parte de su niñez en el planeta humano Eridanus 2, colonia donde vivió con su familia. John era alto para su edad en ese entonces, media aproximadamente un pie más que sus compañeros de la escuela, lo que lo hacia una muestra “genética perfecta” para el proyecto SPARTAN-II. Lo describen (en la edad de seis años) como un típico muchacho, con pelo marrón, pecas y un espacio entre sus dos dientes delanteros.
En 2517, John y otros 74 niños de su edad (entre ellos su hermano Andrew), fueron secuestrados secretamente de sus hogares y sustituidos por “clones flash” (clones que estaban programados para morir en un lapso corto de tiempo). Esta forma específica de copia fue empleada para asegurarse de que ninguna de las familias se enteraran que sus hijos habían sido secuestrados. Sin embargo, los clones resultaron inestables y todos perecieron poco después de lo que fue llamado como la “falla metabólica en cascada” lo hace parecer que el deceso fue por causas naturales. La doctora Catherine Halsey, jefe del proyecto SPARTAN-II, comentó más adelante que este efecto secundario era desafortunado, pero la fecha límite del proyecto no dejaba otra alternativa. Los niños originales fueron llevados al planeta Reach, una de las jefaturas del UNSC, para entrenarlos y convertirlos en supersoldados clase SPARTAN-II. En Reach, los niños secuestrados comenzaron el intensivo entrenamiento físico, mental y psicológico como parte del programa Spartan
por parte de Chief Petty Officer Méndez, asignándoles nuevos números de identificación en vez de los nombres pasados. John McArthy es ahora John-117.